Negocios “El mejor plan de negocios se concentra más en el modelo de negocio y el cliente, que en las finanzas”, Profesor Wiliam Sahlman, Harvard Business School. El plan de negocios es un documento del que mucho se habla. Hay múltiples versiones y formas de hacerlo, desde las más clásicas hasta las más modernas y ligeras. ¿Qué es un plan de negocios? Es la hoja de ruta del negocio. Es la guía que nos permite saber por qué iniciamos y para dónde vamos. ¿Qué contiene un plan de negocios? El problema, o el origen, la solución, el modelo de negocio, el público objetivo y el mercado competitivo. Adicionalmente se le agrega información financiera, un plan comercial, un calendario comercial, u otros factores, pero lo más importante, es entender que tanto el plan de negocios, como el negocio en sí, es escalable y evoluciona. ¿Tienes un plan de negocios? ¡Hazlo! no importa si tu empresa es nueva o tiene trayectoria. Nunca es tarde para hacerlo y siempre lo vamos a necesitar.
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Negocios Este es un post personal. Esta semana celebramos el año nuevo judío, una fecha marcada por el inicio del calendario lunar. Es una festividad donde recordamos y evaluamos los 12 meses pasados, hacemos conciencia de lo que hay que corregir, y pedimos por el futuro. En uno de los discursos, un rabino (líder religioso), dijo esta frase, que me pareció muy poderosa; "Si tienes más recuerdos que sueños, estás en problemas". Él siguió con su discurso indicando la importancia de soñar, de tener esa vasija imaginaria, lista para recibir, para crecer, para aprender. Esto me dejó pensando en dos escenarios; el escenario en donde vivimos lamentándonos de los tiempos pasados que fueron mejores, y el escenario en donde como nos está yendo viendo, dejamos de anhelar con hambre, futuro mejor. Sin importar de donde venimos y para donde vamos, siempre, siempre tenemos que tener vivos nuestros recuerdos, para no repetir errores y para impulsarnos hacia el futuro, donde nos esperan ojalá miles de sueños por cumplir, que son el combustible de nuestro día a día. Sin importar si somos de diferentes religiones, diferente fe o creencias, todos somos humanos y habitamos el mismo planeta, y cada año nuevo, cada comienzo, es una oportunidad que anhelamos. Siempre debe ser igual de emocionante ver esa página en blanco que tenemos en frente, y ver todas las que ya hemos escrito. Que estos próximos 365 días estén llenos de bendiciones, salud, sustento, éxitos y amor para todos, y como decimos en hebreo: "Shana tova umetuka", que sea un año bueno y dulce, porque no siempre lo bueno, es dulce 💛 Negocios Usualmente, esperamos a que las cosas estén mal para cambiar, ¿O no? Siempre que en los negocios nos está yendo bien, nos dejamos llevar por la emoción y por esa falsa sensación de que “hemos llegado” o “hemos encontrado” el punto perfecto. Pero la realidad es otra, la realidad es que el mejor momento para hacer cambios, es cuando todo va bien, cuando las ventas están en su punto y cuando los equipos están estables. ¿Sabías que una de las empresas financieras más grandes (y rentables) de Nueva York, rotan a sus empleados de sus funciones cada 4 meses, si, ¡CADA 4 MESES! Su CEO dice que el comfort es lo que mata a las organizaciones grandes. ¿Cuándo has hecho cambios tú? ¿Y si pensáramos en el cambio como una constante? Así no tendríamos que preocuparnos de hacer cambios ¿No? Cambiar todos los días, no es una opción, es una necesidad, y lo bonito del cambio es que a veces lo hacemos y no nos damos cuenta, pero en el tiempo, se ven los resultados. ¿Qué pasa si tomas un vaso y cada día le echas una gota de agua? En el día a día, y sobre todo en el principio, no notarás nada, pero dos o tres semanas después empezarás a ver el agua en el vaso. Lo mismo sucede con nuestros negocios. No esperes a tener que tomar decisiones drásticas y hacer cambios bruscos, por necesidad. Haz pequeños cambios todos los días y verás la evolución. Negocios ¿Te acuerdas de los primeros días de pandemia? ¿Esos momentos en donde no sabías qué hacer, para donde ir y cómo seguir con tu negocio? y ¿te acuerdas cómo lograste que sobreviviera y cómo con estrategias diferentes viste la luz? Somos capaces de hacer muchas, muchísimas cosas, pero a veces, necesitamos una crisis de por medio para darnos cuenta. Un profesor de mercadeo contó una vez la siguiente historia: Un señor estaba en un aeropuerto, iba a tomar un vuelo para ir a ver a su familia en Navidad. El señor llegó tarde, pero corrió e hizo de todo para alcanzar el avión. Cuando llegó a la puerta, cerraron el vuelo y perdió su avión. Triste y con rabia se sentó en la sala de espera a pensar, y al rato, una señora le preguntó que qué le pasaba. El dijo que perdió su vuelo y la señora le respondió ¿Cuál vuelo? ¿El avión con 240 personas abordo que se acaba de caer al mar sin sobrevivientes? El señor se paró de la silla emocionado y gritaba ¿se cayó el avión? ¿Me salvé de morir? ¡Es el mejor día de mi vida! Llama a su familia, está feliz, les dice que llega al día siguiente, y la señora le dice, ¿Viste cómo todo cambia con un cambio de perspectiva? El avión no se cayó, pero aparentemente necesitas 240 muertos para ser feliz. Lo mismo sucede con los negocios. Pareciera que necesitamos una crisis para tomar las decisiones correctas. No esperes a que haya una crisis, piensa como si la hubiera y ¡Crea la mejor estrategia para esta Navidad! Negocios ¿Comprarías un boleto de primera clase si el avión fuera vacío? ¿Si no existieran las redes sociales y nadie pudiera ver ni saber cómo viajas? ¿Comprarías o anhelarías la cartera de Chanel, los tenis de Balenciaga o el Rolex si no fueran “visibles”. El lujo nació como una forma de diferenciarse, con valor. En el pasado, las telas y las prendas; los carros y las casas; hablaban por sí mismos, sin logos, la gente tenía apreciación por la calidad. Las diferencias entre clases eran flagrantes y cambiar de clase social, era casi imposible. La población mundial se multiplicó, nacieron las redes sociales y todo el mundo, pudo tener acceso a conocer, cómo es esta vida de “lujo”. Estas vidas dejaron de ser “por sangre o herencia” y se convirtieron en algo que “todo el mundo puede tener”. No hay nada de malo en desear, en querer “esa vida”. Lo que debemos evitar es que esa vida nos maneje, o nos nuble el pensamiento. ¿Por qué quieres esa vida? ¿Por qué quieres viajar en primera clase? ¿Por qué quieres comprar lujo? ¿Es por ti o es por impresionar a alguien? Y ahora, la mejor parte, ¿Cómo aplicamos esto a tu marca? Y no, no hablamos del cliente, hablamos de cuando contratas “al fotógrafo de moda”, sin importar el precio, la modelo de renombre, a cuesta de tus utilidades y abrir una tienda en la mejor calle, así te quiebres, este el equivalente “al lujo” en nuestras empresas. Querer lo mejor, solo por aparentar, es el camino al fracaso, a la adicción, a la quiebra. Busca en tu interior y pregúntate, ¿Necesito ESE fotógrafo? ¿ESA modelo? ¿ESA asesoría? ¿Está a mi nivel actual? ¿O es un sueño que debo construir? Si nadie pudiera saber quién tomó tus fotos, si no saliera la cara de la modelo en la foto, y si tus asesores no hablaran de ti, ¿Contrarías a estas personas? Si la respuesta es SI, ¡Estás pagando lujo por calidad y convicción!, si dudas, o si la respuesta es NO ¡Replantea tus gastos! Negocios Hace unos días un empresario del sector textil contó una historia, de esas que tienen una gran moraleja. Una profesora de primaria le dio un globo a cada uno de sus estudiantes, les pidió que escribiera, cada uno su nombre en el globo y lo tiraran al pasillo. Cada uno de los 50 alumnos hizo la tarea. Cuando ya estaban todos los globos marcados, la profesora les dio a los estudiantes 5 minutos para que cada uno encontrara su globo. Ninguno lo logró. Después la profesora les dijo que cada uno cogiera un globo y se lo diera a su dueño. En menos de 1 minutos, cada uno tenía su globo en la mano. Muchas veces somos reacios a pedir ayuda, y muchas veces esa ayuda que buscamos es “tan sencilla” para una persona, como entregarnos un globo que se encontraron en el pasillo, con nuestro nombre. Moraleja # 1: No dejes perder las oportunidades que tienen tu nombre escrito, por no pedir ayuda. Moraleja # 2: No creas que puedes hacer todo solo, pues el trabajo en equipo, con un buen equipo, siempre alivianará las cargas y ahorrará tiempo. OJO, el equipo no siempre son nuestros empleados y colaboradores. Todos nosotros, desde el emprendimiento, tenemos un equipo; nuestros padres, hijos, amigos, parejas, esa persona que siempre ha creído en ti, ese cliente que te apoya en todo lo que haces, ¡Ellos son tu equipo! aún cuando tu negocio es de una sola persona. Negocios La teoría de la pieza que falta tiene muchas historias y analogías, pero en una conferencia hace unas semanas, encontramos una que se siente real. Siempre hablamos de “la pieza que falta” como si nosotros, como seres humanos y nuestros negocios, estuvieran incompletos, como si no fuéramos suficientes, y esto nunca resonó con nosotros. Somos suficientes, como estemos, pero esto no quiere decir que no hay cabida a la mejora, por eso es tan bonita la palabra suficiente. No es perfección, no es lleno, es suficiente. La analogía nueva, que tanto resonó con nosotros, relacionaba esta teoría de la pieza que falta, con la receta de una torta. La receta leía que se necesitaban 3 huevos, además de harina, azúcar, aceite y otros ingredientes. Contando la historia, el profesor contó que él olvidó utilizar los 3 huevos en la receta, usó solo 2 y horneó su torta. La torta quedó muy bien, un poco seca, pero buena en sabor. Había cabida a mejorar. Cuando se dió cuenta de su error, hizo nuevamente la receta, esta vez con los tres huevos, y la diferencia era significativa. Esta “pieza que faltaba” que él olvidó, no hacía la diferencia entre si había torta o no, pues en los dos casos, el producto final fue una buena torta, pero sí en el sabor del producto. Todos los elementos de los negocios, son como este huevo. Puede haber un negocio sin estrategia de comunicación, o sin calendario comercial, o sin estrategia de mercadeo, pero si la tuviera, sería mucho mejor. Una vez construimos el rompecabezas de nuestra empresa con las fichas de base; un plan de negocios, ADN de marca, productos, esencia, etc., todas las demás fichas, son mejoras que podemos anexar con el tiempo. Negocios De la revolución industrial, a los grandes empresarios. Hasta hace unas pocas décadas, el emprendimiento era algo reservado a unos pocos; adinerados, genios, élite. Ahora vivimos en la Era de la democratización y la equidad, nueva Era, nuevos sueños y ¿Viejas estrategias? Hemos cambiado la proyección y el acceso a los negocios. Antes un empresario era considerado casi un super héroe, ahora emprender es algo que está al alcance de todos, pero a un precio: la creatividad y la innovación. Hasta hace poco, la base de iniciar un negocio era, un monto elevado de dinero, una oficina para generar credibilidad, una secretaria ¡por supuesto! Y entre más empleados tuviéramos, mejor. Eran los pasos del éxito, ya después vendría lo demás. Ahora, es suficiente con tener un computador y/o un celular para tener un negocio del tamaño que queramos, pero ¿Por qué insistimos en apegarnos al viejo método? ¿Por qué seguimos con el miedo a que no nos crean? ¿A que nos vean como poco cosa? ¿Por qué nosotros mismos no nos damos el valor? ¡Porque nos seguimos midiendo con las viejas estrategias! Como no tenemos oficina, ni secretaria, ni mil empleados, no valemos, ¡Error! Lo primero que tenemos que hacer es darnos cuenta que el camino ha cambiado, que podemos transitar por las calles que abrieron las generaciones pasadas, pero creando al paso, nuevos caminos. Lo segundo, es aprender a seguir nuestra intuición. El cliente espera que las empresas creen soluciones que no sabía que necesitaba. TU, emprendedor, eres MUY importante en la sociedad, PERO si te sigues midiendo con las ideas de antaño, nunca serás libre para crear. Valórate y confía. Es mejor equivocarse por innovar, que hacerlo por seguir patrones. Negocios Por más que lo queramos romantizar, la vida del emprendedor tiene muchos alti bajos, muchos períodos de soledad y angustias. También muchos, muchísimos momentos de alegría, pero todas estas emociones las tenemos que aprender a manejar. En un estudio realizado por UC Berkeley, se reveló que el 72 % de los emprendedores han experimentado algún tipo de problema de salud mental, diagnosticado, o no. Es casi tres partes del total de los emprendedores encuestados. Esto no es razón para alarmarnos ni agregar una capa más de preocupación a nuestras vidas, sino al contrario, es para saber que debemos cuidarnos y mucho. Aquí tres tips muy valiosos: 1) Desconecta tu valor propio, del valor de tu negocio, de tus ventas y tus éxitos profesionales. 2) Identifica la fuente de los pensamientos negativos que tienes en el día: Cuentas que sigues, amigos, familiares, influencers, noticias, etc. Bloquea esta fuente, de forma saludable. 3) Define tu “zona de genialidad”. Todos sabemos para lo que somos buenos y para lo que no. Haz más de lo que te hace feliz, de lo que te hace sentir útil, lo que te recarga de energía, tu zona de genialidad. 4) Pide ayuda. Contratada, favores, familiares, colegas, amigos. ¡Pide ayuda si la necesitas! 5) Esta es quizás la más difícil de seguir: Lleva un diario. Suena un poco raro, pero ¿Y si al final del día en 5 minutos haces una lista de lo que más te gustó de tu día laboral y lo que menos? Así, cuando lo necesites, puedes visitar tu diario y tomar impulso desde tu propia inspiración. Negocios Desde hace poco más de dos años, vivimos en una constante incertidumbre económica, no solo llegó la pandemia y después la crisis inflacionaria, sino que en paralelo hemos venido experimentando cambios importantes en los patrones de gasto del consumidor, que nos retan. ¿Tienes tus finanzas claras? ¿En orden al menos? Uno de nuestros grandes mentores nos dijo un día “no nos podemos comer las cotizaciones, ni las proyecciones”, y es algo que comúnmente hacemos como empresas. Proyectamos unas ventas para cada mes, desde el principio del año, y gastamos de acuerdo con esas proyecciones, sin reajustar mes a mes. No se trata solo de verificar cada vez si cumplimos o no las metas, sino si nuestros gastos se pueden mantener con los ingresos o no. Además de las proyecciones, tenemos las cotizaciones, los clientes “potenciales” al por mayor, esos que “sabemos” que nos van a comprar, con los que “contamos” y por eso “nos gastamos la plata”. Los gastos son NECESARIOS en las empresas, no solo porque son la base de la cadena de producción, imagen y comunicación, sino también porque fiscalmente, son una ficha vital, PERO, es aún “más vital”, valga el error de lenguaje, revisar y ser conscientes de las finanzas y los egresos mes a mes. Cada mes te pones metas de venta, ¿cierto? Entonces ¿Por qué no te pones metas de gastos? ¿Si cada mes queremos vender más, no sería prudente también querer gastar menos porcentualmente? Más ventas con menos gastos es igual a mayor rentabilidad. Mayor rentabilidad por prenda en un escenario de austeridad es mayor seguridad, menos necesidad de volumen para el mantenimiento. |
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May 2023
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