Moda Desde hace unos años, surge durante las semanas de la moda en las capitales del mundo el cuestionamiento sobre la importancia de los influencers en las primeras filas de los desfiles. Es un debate similar al de la gallina y el huevo. Aún si todavía es complicado medir con certeza el alcance o el ROI (Return Of Investment / retorno de inversión) de los bloggers e influencers, una cosa es cierta: las marcas de lujo nunca habían gozado de tanta exposición al público como hoy en día. La única razón por la que las mujeres en Sudamérica conocían las prendas de Chanel hace unos 10 o 20 años era por los armarios de sus abuelas, de sus madres o porque viajaban, no era un bien de conocimiento popular como es hoy en día, sin que esto afecte su exclusividad claro está. El trabajo de los bloggers de moda es de seguido tildado de banal, innecesario y hasta ridiculo, pero ¿no han sido todas las carreras de la industria tildadas de lo mismo en su momento? Puede que en unos años nos demos cuenta que este es realmente el futuro de la publicidad, o puede que se acabe el boom, pero hasta no saberlo hay que jugar el juego. Mirando unos años atrás (e incluso todavía hoy en día) ¿quién se sienta en la codiciada primera fila? editores de moda, stylists, compradores, artistas, clientes estrella… la lista sigue, aunque con un común denominador: todo aquel que beneficia a la marca en gran escala está en primera fila. ¿Qué tiene de diferente para la marca una estrella de cine de un influencer con millones de seguidores? NADA ambos juegan el mismo papel, el uno desde sus apariciones en público, sus galas y conciertos, y el otro día a día desde sus redes sociales. El desfile marca dos situaciones completamente diferentes y hasta opuestas para un editor de moda o un stylist que para un blogger o un influencer. Los influencers son los que se encargan de cautivar a la audiencia, a cliente final, familiarizarlo con el concepto de la moda y con la tendencia que se avecina en la siguiente temporada. Son ese objeto brillante que uno le muestra al bebé para que venga corriendo hacia donde uno está, ellos influencian en el día a día a la gente del común, su trabajo prácticamente inicia y acaba con el desfile. Los editores de moda, personalidades de la industria, stylists, etc., por su lado, tienen una función que empieza en el desfile y perdura por unos cuantos meses, ellos deben trabajar con las prendas del desfile para sus editoriales, sus portadas, vestir a sus clientes, entre otras funciones, pero esto solo lo podrán realizar unas semanas después del desfile pues las prendas no estarán disponibles por unos días (para más detalle de los calendarios de la moda y sus procesos mira nuestro libro Manual de moda). Todas las posiciones en este negocio de la moda son vitales para la industria como la conocemos hoy en día. Los editores tienen sus puestos fijos en los desfiles y han visto rotar sus compañeros de asiento con los años. Primero los desfiles eran destinados a los clientes y los editores, después llegaron las super modelos en la pasarela y en la primera fila, acompañadas de los artistas y estrellas de Hollywood, el turno ahora parece ser para los influenciadores y quién sabe qué depara el futuro. Los desfiles pasaron de ser presentaciones de colección a ser shows mediáticos, como el segundo desfile de Rihanna con su línea de ropa interior Savage X Fenty en la semana de la moda de Nueva York. El desfile de la cantante y ahora diseñadora será a puerta cerrada, sin celulares, sin reproducciones y será publicado oficialmente en Amazon Prime Video el 20 de este mes. Todo cambia en la industria y aquellos que sean más maleables y con capacidad de adaptación serán los que perduren.
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October 2022
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