Moda Las prendas de vestir y la moda estuvieron por siempre relacionadas a la posición social, de ahí que este rubro siempre ha tenido un lugar importante en el gasto de los hogares, pero ¿cómo evolucionó? Según cifras del Bureau of Labor Statistics, en el año 1900, el gasto de los hogares en moda era equivalente al 14% del total de los ingresos, este monto superaba ampliamente a la inversión en salud y se posicionaba solamente después del gasto en alimentación y vivienda.
El vestuario era el tercer rubro más importa en los hogares de aquel entonces. Para 1950, después de dos guerras mundiales, una pandemia y dos crisis financieras, el gasto se mantuvo estable, los hogares gastaban ahora un poco más en vivienda, lo mismo en alimentación y el gasto en moda pasó del 14% al 12%, pero conservó su lugar en la tercera posición de importancia. Pero en este período de mitad de siglo, fue cuando el textil y la manufactura estaban en su apogeo, la población crecía desmesuradamente con las migraciones producto de las guerras, la industria se volvía cada vez más automatizada, las producciones se hacían más grandes y la demanda crecía. En 2010, unos 60 años después, todo cambió. El gasto en alimentación se dividió en dos, el gasto en vivienda se mantuvo estable, pero el gasto en moda se dividió en 3. Los hogares gastan tan solo el 4% de sus ingresos en moda, pero nunca en la historia de la humanidad hemos tenido tantas prendas de vestir per cápita. ¿Qué pasó? La competencia desmedida, la automatización, la deslocalización de las producciones en Asia, la masificación y la devaluación del valor de las prendas de vestir, cambió la forma de consumo, de menos y mejor a más, sin importar la calidad. ¿Cómo volvemos atrás? ¿cómo subimos el gasto? de la misma forma como lo perdimos, con la ralentización de la industria, de los procesos, con la manualidad, y con el VALOR.
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May 2023
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