En los negocios no nos graduamos

Tenemos una metodología o sistema de vida que nos ha enseñado que todo en la vida son ciclos que en algún momento “nos graduamos”, como lo hacemos en la escuela, y la universidad. 

Pero ¿Y si nunca nos graduamos de nuestro negocio? Hace unos días hablábamos con una empresaria exitosa del sector del software en Estados Unidos. 

Ella logró crecer su empresa de 0 a 1 millón de dólares en ventas en 3 años con un equipo de solo 2 personas, ella y su mano derecha. Con el tiempo, ella delegó las ventas para dedicarse a crear, y en dos años creció solo un 10%, acumulado. 

En la industria del software el crecimiento anual esperado en los primeros 5 años, es de casi el 100%. ¿Qué estaba haciendo ella mal? ¡Se alejó del cliente! Dejó de vender ella y contrató vendedores, que no tenían ni la mitad de la capacidad de explicación que ella tenía. 

Estas son las encrucijadas de los negocios y es por eso, que en los negocios nunca te gradúas. Esta empresaria retomó las ventas y en un año duplicó sus ventas. Contrató desarrolladores que ejecutaran sus ideas y se “duplicó” a ella misma. 

¿Cómo se relaciona esto con nosotros? Mucho escuchamos en la industria de la moda que “yo no quiero salir en las fotos porque no se ve profesional”, o “ya no quiero hacer eso porque no se ve profesional”. 

¿Quién dicta qué se ve profesional y qué no? Si tu haces algo muy bueno en tu empresa y funciona, ¿Realmente lo debes delegar? Piensa en tí y tu empresa, no en la óptica y el qué dirán, quizás estás desperdiciando oportunidades valiosas, como esta empresaria, por delegar las funciones erróneas.